Review: Resident Evil Revelations

Desconfío de las conversiones. Desconfío mucho: son oscuras, están llenas de fallos y son muy, muy cortas. Así que cuando en su momento me planteé empezar la versión para consola de sobremesa de Resident Evil: Revelations pensé que iba a echar pestes del juego, que no me iba a gustar nada y que lo acabaría dejando a medias…

Así que entremos en materia. 

Jugabilidad

Creo que este es uno de los apartados más sobresalientes de RE: Revelations de muchas maneras. No sólo porque la conversión del control está muy bien conseguida, sino que además tenía la impresión de que el control era mucho más fluido que en cualquier otro Resident Evil reciente. Por poner un ejemplo, las fases de agua, que se acabaron convirtiendo en mis favoritas ya que el control te permitía moverte con total libertad, evitar a los monstruos submarinos y llegar a los respiraderos sin problemas.

Una de las novedades que incluyeron en este Resident Evil fue el uso de un dispositivo llamado “Génesis”, que básicamente consiste en una especie de cámara con la que analizar el entorno. Con ella podemos encontrar huellas, hay 30 escondidas en el juego; objetos ocultos, y lo mejor, analizar a los enemigos con los que nos encontramos. Cada vez que analizamos a un monstruo, un tanto por ciento aparecerá en la parte superior del Génesis y cuando lleguemos al 100% recibiremos una hierba verde. Muy útil, ¿a que sí? La única pega es que cuanto más analicemos al mismo tipo de monstruo, menos porcentaje recibiremos, así que toca ponerse las pilas y buscar todo bicho viviente para analizar.

Este juego también incluye su dosis de quick time events para golpear a los enemigos cuando están aturdidos y también tenemos la posibilidad de esquivarlos cuando van a atacarte, pero yo debí nacer con un déficit a la hora de jugar, porque ni conseguí dar muchos golpes ni conseguí esquivar salvo las veces en las que me salía de chiripa. BRAVO.

Pero todo tiene una pega en esta vida: no se puede correr. NO SE PUEDE CORRER. Vas a la velocidad que el personaje lleva de por sí… que no es que sea lenta, pero en ocasiones mover el culo un poco más me habría librado de algún que otro golpe tonto (que sí, que también lo podía haber esquivado, pero repito que nunca aprendí a esquivar xD)

Gráficos

Son aceptables, teniendo en cuenta que es juego de Nintendo 3DS. A mí en particular me pasaba que durante los vídeos me salía una molesta línea blanca en mitad de la pantalla, pero eso puede ser un caso aislado de mi consola, mi tele, mi juego, etc.

Pero en general es un juego competente gráficamente: los entornos son nítidos, los personajes no presentan ningún tipo de píxel loco emigrado desde 3DS y el agua está muy bien conseguida.

Mi única pega a todo esto es el cambio de cara que le han hecho a Jill Valentine: ¿POR QUÉ? En serio, ¿POR QUÉ? ¿Era realmente necesario dejarle la cara de actriz porno de quinta regional? ¿TAN DIFÍCIL ES QUE LAS PROTAGONISTAS FEMENINAS TENGAN CARAS NORMALES Y NO PRODUCTO DE LA SILICONA? ¿Qué va a ser lo próximo, Capcom? Aunque tampoco sorprende mucho después de ver los estilismos extremos que tienen los personajes de este juego, pero no voy a entrar ahí porque no acabo hoy.

Hostia en la cara.

Sonido

Bien. El sonido está bien. La música no molesta , te ayuda a meterte en el papel, te avisa de cuándo hay enemigos… pero seamos sinceros, ¿alguien recuerda algún tema de la saga Resident Evil que no sea el de la sala de guardar?

La respuesta probablemente sea “no”.

Y es que vamos, este juego no tiene la banda sonora de un Silent Hill en sus buenos años, pero está bien. Está tan bien que no sé ni qué puñetas decir de ella. Así que corramos un tupido velo.

Por los viejos tiempos.

Rejugabilidad

El juego cuenta con un Modo Asalto en el que completaremos una serie de niveles (20) que ya han aparecido en el modo historia, con bonificaciones, monstruos y armas extras, y en los que recibiremos una puntuación al final.

A parte de eso, nos esperan los trofeos (o logros) para los más puristas que quieran tener el juego al cien por cien. Y además la posibilidad de terminar el juego en los diferentes niveles de dificultad, como el Modo Infierno, exclusivo de la versión de consolas.

Conclusión

Así que ya sabes: si eres fan de la saga y no pudiste jugar a Resident Evil Revelations en la portátil de Nintendo, esta es tu oportunidad. Y si nunca has tocado un Resident Evil ni con un palo de lejos, este juego te gustará igual, porque al mantenerse algo apartado de la trama principal de la saga, no te sentirás perdido ni con la historia ni con los personajes. Creo que uno de los puntos fuertes de este juego es que es un spin off y no carga con la expectativas de un Resident Evil con todas las letras, sino que es más desenfadado y entretenido, sin pretensiones, como pasó en su momento con Resident Evil 3. Y quién sabe, quizá es el momento de darle una oportunidad a la saga: yo empecé con el 3 y Némesis, ¿por qué no os animáis con Revelations?